Swede Halbrook… el primer gigante de la NBA
Años más tarde Swede Halbrook decidió dar el salto a la NBA en 1960, fichando por el equipo tenía sus derechos del draft.
Se incorporó a los Syracuse Nationals convirtiéndose en el primer jugador de la historia de la liga en superar los 220 cm.
Los años de Halbrook en la NBA no fueron muy distintos a lo que se esperaba de un jugador de 28 años que se incorporaba a la liga tras los problemas personales que había vivido a lo largo de su carrera deportiva, pero dejó destellos de la calidad que tenía y de lo que hubiera podido haber sido.
Son recordados los duelos deportivos que vivió en los Nats frente a Wilt Chamberlain en 1961 y 1962.
En aquel momento Chamberlain estaba en su máximo apogeo de dominio anotador en la NBA, y al enfrentarse a Halbrook en aquellas dos temporadas, Wilt se encontró con un jugador que era físicamente capaz de pararle.
En palabras del propio entrenador de los Syracuse Nationals Alex Hannum:
«Wilt estaba realmente preocupado por Swede … Wilt nunca tuvo que mirar a nadie a los ojos y se involucraría más en tratar de superar a Swede que en intentar ganar el juego»
Los 221 cm del primer gigante de la historia de la NBA, se pusieron en especial valor al frenar al mayor portento ofensivo de todos los tiempos.
Lamentablemente Halbrook no volvió a cuajar en un equipo y reincidió en sus problemas habituales.
De nuevo Hannum habló también sobre una de sus famosas desapariciones mientras que fue jugador de su equipo ne la NBA:
«Podría haber tenido una carrera que valiera la pena si se hubiera cuidado. Durante su segunda temporada, desapareció durante una semana y enviamos a la policía a buscarlo. ¡Pero no pudieron encontrar un pie de página de 7 pies! Vino de vuelta solo, pero nunca me dijo dónde había estado».
En 1963 los Nationals decidieron prescindir definitivamente del problemático Swede Halbrook.
La carrera del primer gran hombre alto de la NBA había terminado, tras disputar tan sólo 143 partidos con un promedio de 5.5 puntos y 6.6 rebotes por partido.
Halbrook volvió a Oregon tras su paso por la NBA y empezó a trabajar en oficios muy distintos como techador, vigilante de seguridad, barman o incluso payaso, llegando a ser anunciado como el «payaso más alto del mundo».
El 5 de abril de 1988 con 55 años murió en el olvido de un ataque al corazón en un autobús de Portland.
El hombre que pudo frenar al todopoderoso Wilt Chamberlain en la NBA, tardó en ser identificado más de 20 horas ya que no llevaba ninguna documentación y sus familiares no le echaron en falta por sus habituales desapariciones.
Años más tarde Paul Valenti, entrenador asistente de «Slats» Gill en Oregon State en la época de Halbrook en la NCAA, le definió de la siguiente manera:
«Era bastante atlético. No solo era grande. Tenía talento. Podía subir y bajar la cancha mejor de lo que crees que podría. Su altura ayudó. Pero también tenía la habilidad y las habilidades del baloncesto «.
Un triste final para un jugador que pudo ser mucho más de lo que fue, pero que simplemente no quiso serlo.