El origen del famoso cántico Beat L.A.

La historia de la NBA tiene momentos particularmente curiosos, pero la situación del origen del famoso cántico Beat L.A, probablemente sea uno de los más relevantes en esa categoría tan especial, ya que tuvo su origen de una forma particularmente original.

Todo sucedió en la temporada 1981-1982, cuando la rivalidad entre Los Angeles Lakers y los Boston Celtics estaba en especial efervescencia y eso que todavía no se habían enfrentado en ninguna final en la recién comenzada década de los 80’s.

Aun así, los Lakers y los Celtics, liderados por Magic Johnson y por Larry Bird, se reconocían mutuamente como los grandes rivales de la competición, aunque en los Campeonatos precedentes de 1980 y 1981, se habían convertido en Campeones tanto los Lakers, como los Celtics, pero venciendo respectivamente a los Philadelphia 76ers y a los Houston Rockets.

Todo apuntaba a que ese esperado primer duelo en las Finales entre los orgullosos verdes y los púrpura y oro llegaría en 1982, pero los Celtics se encontraron en su camino con unos Philadelphia 76ers inicialmente muy superiores liderados por Julius Erving y Andrew Toney.

Primero, se adelantaron los 76ers por 3 a 1 en las Finales de la Conferencia Este y, posteriormente, los Boston Celtics consiguieron remontar para llevar la serie al séptimo partido en el legendario Boston Garden. El duelo final estaba servido y todo se decidiría delante de los espectadores de Boston.

El partido fue un paseo militar para unos Philadelphia 76ers que volvieron a demostrar su superioridad inicial y el encuentro quedó prácticamente sentenciado desde el final del tercer cuarto.

Darryl Dawkins defendido por Robert Parish en las Finales de Conferencia de 1982
Darryl Dawkins defendido por Robert Parish en las Finales de Conferencia de 1982

El Boston Garden enmudeció totalmente, hasta que unos aficionados de los Boston Celtics empezaron a gritar y repetir de forma melódica la frase Beat L.A. para que, posteriormente, todo el público congregado se pusiera a corear la misma consigna en una especie de catarsis deportiva.

Beat L.A. significaba Batir a Los Angeles, que era lo que les estaban pidiendo los aficionados de los Celtics a los victoriosos Philadelphia 76ers.

En cierta forma, les estaban deseando que batieran a los Lakers que, obviamente, era el equipo de referencia en Los Angeles en aquel momento.

De esta forma, se creó el famoso grito de Batir a Los Angeles que lleva gritándose años en la NBA para desear a los equipos que ganen inicialmente a los Lakers, aunque también se ha hecho en algún caso extrapolable a los Clippers e incluso a otros equipos de Los Angeles de otros deportes.

Es curioso que el grito de guerra contra un equipo surgiera de la derrota de un histórico equipo como los Boston Celtics, lo cual no deja de ser un tanto paradójico ya que, el hecho de que una afición le pida a otro equipo que gane a un rival, no parece sobre el papel de lo más deportivo que se ha visto en la historia del baloncesto.

También demuestra la encarnizada rivalidad entre dos equipos que estaban en las dos puntas del país y que eran la referencia de la Costa Este y Oeste del baloncesto estadounidense, aunque hasta aquel momento de la historia, los Lakers nunca habían ganado ninguna de las siete finales de la NBA en las que se habían enfrentado, e incluso, en la siguiente que disputaron en 1984, los Boston Celtics volvieron a ganar.

Kareem Jerry Buss
Kareem Abdul Jabbar, Jerry Buss y Bob McAdoo en 1985.

Hubo que esperar hasta 1985 para que los Lakers finalmente vencieran a los Celtics en una Final de la NBA, pero el grito de Beat L.A. ya se había convertido en un auténtico himno para cualquier equipo que no fuera de Los Angeles.

Sea como sea, el grito de Batir a Los Angeles nació de una derrota y con la finalidad de animar a otro equipo para que venciera a su máximo rival, algo quizás no muy elegante, pero que demuestra la gran rivalidad que existía, primero, entre los Lakers y los Celtics y, posteriormente, cualquier otro equipo que se encuentre por el camino a un equipo de Los Angeles.

Los Lakers del Showtime, enamoraron a gran parte del planeta con su baloncesto, pero también generaron el efecto contrario y sus rivales les trataron todavía con una mayor inquina. El deporte profesional también tiene estas cosas.

 

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