El frío adiós de Boston de Bill Russell
¿Qué despedida debería tener un jugador que es capaz de ganar 11 títulos de Campeón de la NBA, en sus 13 temporadas de carrera profesional? Ya de por sí la pregunta suena rara, porque parece algo obvio que debería ser una gran celebración en olor de multitudes, pero la realidad fue muy distinta delo que aconteció cuando Bill Russell decidió poner término a su carrera profesional como jugador en la liga estadounidense.
La etapa de Russell en Boston fue realmente contradictoria. Por un lado, sus éxitos deportivos, tanto a nivel individual como colectivo, le convirtieron en una gran estrella del deporte a nivel nacional, pero, por otro lado, todo ello tuvo lugar en un escenario y contexto social que hizo que Bill Russell generase un desapego e, incluso una cierta aversión, hacia todo lo relativo a la capital del estado de Massachusetts.
Es evidente que en aquella época había un problema grave (no muy lejos del actual) con los derechos sociales de los ciudadanos negros, ya que existía un racismo arraigado en algunas zonas del país estadounidense.
Boston no era precisamente una ciudad lejana a esa realidad, pero su equipo de baloncesto, de la mano de Red Auerbach, daba pasos hacia delante en la integración de las razas en el deporte profesional, como fueron los hitos de ser el primer equipo en presentar un quinteto inicial de todos los jugadores de raza negra, o de tener un entrenador negro, como fue el caso del propio Bill Russell, el cual también tuvo a nivel individual, el honor de ser el primer MVP negro de la historia, pero más allá de la organización subyacía una falta de conexión importante entre el equipo y la afición de los Celtics.
Era sorprendente que un equipo del éxito que alcanzaron los Boston Celtics, no llenara de forma habitual su propio estadio, lo cual sí conseguía hacer el equipo de la ciudad de Hockey sobre hielo, a pesar de ser uno de los peores equipos del país.
Russell tuvo continuos enfrentamientos con la prensa local por su fuerte carácter y cuando finalizó su carrera en los Celtics, directamente cortó por lo sano y pidió que, tanto en la ceremonia de su despedida, como en la de la retirada de su camiseta, se realizarán en la estricta intimidad y que se llevaran a cabo tan solo con los miembros del equipo y de la plantilla técnica.
Nunca se despidió en aquella época (sí en 1999) oficialmente del público del Boston Garden, pero ganó para ellos 11 Títulos de la NBA.
