El hombre que devolvió la sonrisa a Kareem Abdul Jabbar

Kareem Abdul Jabbar fue el gran pivot dominador de los 70’s. Durante esa década ganó 5 Premios de MVP pero tan sólo 1 anillo de la NBA. Hasta 1975 desarrolló su carrera en los Milwaukee Bucks pero en 1976 en un traspaso multitudinario fue traspasado a los Lakers.

La franquicia californiana buscaba rememorar tiempos mejores construyendo un nuevo equipo en torno a la figura del jugador más dominante desde Wilt Chamberlain.

Hasta la llegada de Magic Johnson en la temporada 1979-1980 los Lakers de Kareem durante 4 años no habían conseguido pasar de semifinales de conferencia cayendo además de forma estrepitosa en las dos ocasiones que lo lograron. En 1977 por 4 a 0 frente a los Blazers y en 1979 por 4 a 1 frente a los Supersonics.

Kareem era la gran estrella de la liga en aquellos momentos (además de los jugadores recién llegados de la ABA) pero había algo en él que no cuajaba con los aficionados.

Si pudieramos comparar a un jugador con Kareem Abdul Jabbar ese sería Bill Russell pero todavía más introvertido.

Su conversión al islam, su poca o nula conexión con los aficionados, su lucha por los derechos civiles y por la integración de los afroamericanos en la sociedad norteamericana y una actitud distante y fría, hacían de él una gran estrella del baloncesto pero no una gran estrella mediática.

En ocasiones parecía estar crispado, distante y a la defensiva, y desde luego, no parecía ser el compañero de vestuario ideal pero todo cambió en 1979 con la llegada de un joven base de la Universidad de Michigan State.

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La arrolladora figura carismática de Magic Johnson transformó a Kareem Abdul Jabbar en un personaje más amable… menos tenso.

Quizás fuera por que Magic hizo que no toda la carga del juego pasara por Kareem o quizás simplemente porque Magic impregnó de un nuevo estilo de juego a aquel equipo pero sea como fuera Kareem cambió.

Ganó su último MVP en 1980 pero con Magic empezó a ganar anillos a partir de aquel momento.

5 Títulos más de la NBA convirtieron a Kareem en uno de los jugadores más laureados de la historia de la NBA y sobre todo en los últimos años su imagen deportiva y extradeportiva cambió.

Pasó de esa actitud indolente a disfrutar de lo que hacía sobre una cancha de baloncesto y eso obviamente pronto repercutió en Los Angeles Lakers.

La ilusión, motivación y hambre de victorias de Magic Johnson rejuvenecieron a un Kareem que ya contaba con 32 años en 1980.

El duo Kareem-Magic se convirtió en una formula ganadora, en una apuesta segura.

La transformación de Kareem en aquellos últimos años de su carrera fue más que evidente.

Aquella segunda juventud del pivot formado en UCLA fue algo realmente mágico y como ya sabéis detrás de lo más mágico siempre hay un mago.

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