El Campeón desterrado

El entrenador de los Raptors logró la primera plaza en la fase regular en la Conferencia Este, hecho que no impidió su despido tras caer en semifinales en los playoffs por segundo curso consecutivo.

Cuando los Toronto Raptors lograron la primera posición de la fase regular en la Conferencia Este de la NBA, pocos podían imaginar que unas semanas más tarde, la franquicia iba a relegar a su entrenador, Dwane Casey, tras perder en semifinales ante los Cleveland Cavaliers, principales favoritos en las casas de apuestas para ganar este lado de la liga por tercer año consecutivo.

Esta noticia coge mayor trascendencia si se tiene en cuenta que Casey fue nombrado mejor técnico de la temporada por parte de la liga.Un premio que han ganado grandes ilustres de los banquillos como Mike D’Antoni, Steve Kerr, Gregg Popovich o Phil Jackson, entre otros muchos.

Por esa razón, parece una auténtica locura que, tras una campaña tan buena, en la que los Toronto Raptors han hecho disfrutar a su afición tanto de grandes éxitos como del privilegio de ser el mejor equipo local de la temporada regular con una marca de 34-7, los dirigentes de la franquicia hayan decidido terminar con el director de su equipo.

Sus razones son la mala serie de semifinales que el conjunto canadiense realizó, cayendo por segundo año consecutivo ante los Cleveland Cavaliers por 4-0, sin tener apenas respuesta ante los grandes reyes de la Conferencia Este en los últimos tiempos. Sin embargo, este hecho no debería empañar una gran temporada en la que los de Toronto se han llevado la primera posición gracias a una marca de 59-23, la mejor de toda su historia.

Además, el entrenador y la franquicia llevaban unidos desde 2011 y parece extraño que precisamente en el mejor momento, cuando parece que el proyecto se asienta tras cinco cursos consecutivos acudiendo a los playoffs, sea cuando se ha decidido dejar de contar con los servicios de Casey.

Una gestión que además de la polémica causada por echar al técnico del año, no ha gustado a gran parte de la afición canadiense, que veía en él una pieza clave para que los Raptors siguieran en su mejoría y pudieran pelear algún día por ganar el anillo de campeones de la NBA.

Lo que está claro es que a Dwane Casey no le faltarán novias para la próxima campaña, pues ha demostrado saber llevar un banquillo lleno de estrellas, como el de los Raptors, sin que estas se alteren o levanten en su contra.

De hecho, parece que su jugador franquicia, DeMar DeRozan, podría escoger un nuevo destino al ver como el entrenador, su principal valedor, se marcha tras una decisión tan polémica por parte del equipo.

Pero este tipo de situaciones son quizás hasta frecuentes en la NBA, donde a veces se toman medidas poco razonables en las cuales la lógica pasa a un segundo plano.

Por ello, ahora le tocará a la franquicia canadiense apechugar y buscar un sustituto de garantías que continúe el trabajo realizado por Dwane Casey los últimos siete años.

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