El partido más extraño de Wilt Chamberlain

Wilt Chamberlain es uno de los más grandes personajes de la historia de la NBA. Sus datos estadísticos son los más impresionantes de todos los tiempos, y a pesar de jugar ya hace más de 50 años, muchos de sus records todavía siguen y seguirán vigentes en la historia de la NBA durante muchos años.

Podríamos citar muchos de esos records pero como muestra tan sólo recordaremos sus míticos 100 puntos, sus 55 rebotes, el promedio de anotación de 50.4 puntos en una temporada, el único doble triple doble datado de la historia, su racha de acierto en el tiro de campo de 35  tiros seguidos anotados… y un sinfín de records sólo a la altura de un jugador que simplemente dominó el baloncesto.

Lamentablemente en aquella época no todos los registros estadísticos se guardaban y es muy probable que el tiempo haya ocultado más de una gesta del mítico jugador cuatro veces MVP de la NBA.

Sea como sea Chamberlain dominó el baloncesto con mano de hierro e hizo basicamente lo que se le antojaba sobre las canchas de baloncesto.

De hecho, Chamberlain se propuso ser un gran pasador y fue el máximo asistente de la liga en la temporada 1967-1968 con 8.65 pases de canasta por partido.

Esa misma temporada Wilt Chamberlain disputó probablemente el partido más extraño de su carrera.

El 4 de noviembre de 1967 el equipo de Chamberlain en la época (los 76ers), se enfrentaron a su antiguo equipo los Philadelphia Warriors.

Chamberlain era el actual MVP de la liga y además los 76ers eran los vigentes campeones de la NBA tras haber superado precisamente a los Warriors en la finales del año anterior.

Era la primera vez que se encontraban los Warriors y los 76ers en un duelo que auguraba dilucidar cuentas pendientes.

En aquel partido que ganaron los 76ers de Chamberlain que consiguió un doble doble… pero de rebotes (18) y asistencias (13).

Lo curioso de aquella cita es que en los 44 minutos que jugó Wilt Chamberlain tan sólo anotó 1 punto de tiro libre ya que no lanzó ni un sólo tiro a canasta.

A pesar de que el gran Nate Thurmond le defendió por los Warriors no tiene sentido que Chamberlain, el anotador más prolífico de la historia, no lanzara ni un sólo nacimiento.

Sólo como referencia, en las finales del año anterior Chamberlain lanzó 12,5 tiros de campo por partido anotando 17.7 puntos por partido.

Todo apunta que aquel Chamberlain pretendía demostrar que era capaz de hacer ganar a sus equipos sin utilizar su arsenal ofensivo.

Que mejor equipo para mostrar esa nueva capacidad que su antigua franquicia en la que durante años se le tachó de ser un jugador excesivamente individualista y de no hacer mejores a sus compañeros.

Extravagancia o no… estas cosas sólo están a la altura de Wilt Chamberlain.

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